viernes, 18 de septiembre de 2015

EL ÉXODO SIRIO: LO PEOR ESTÁ POR VENIR

“SI NOS AHOGAMOS, HABRÁ ACABADO NUESTRA DESGRACIA,
SI LLEGAMOS A EUROPA, ACABARÁ NUESTRA DESGRACIA.
SEA COMO SEA TERMINARÁ”. ESTO, PIENSA CADA REFUGIADO…

Escribe 
EDWARD DARK 
es un columnista de MEE
vive en Alepo y escribe
 bajo seudónimo. 
Fuente
Publica “Rebelión” 
Tradujo Sinfo Fernández

La situación de los desesperados refugiados que alcanzan las costas de Europa, traspasando por miles sus fronteras, encabezan las noticias. Uno de cada cuatro es sirio, con una cifra de cuatro millones fuera del país y otros siete millones de desplazados a nivel interno: alrededor
Añadir leyenda
de la mitad de la población total. Imágenes terribles de cadáveres de niños arrastrados por el mar en los medios dominantes y redes sociales, promoviendo una avalancha de simpatía y protestas públicas por la indiferencia ante su sufrimiento y poniendo de nuevo el conflicto sirio en la vanguardia de la atención mundial. Pero mientras los políticos pelean y discuten sobre

qué hacer con la mayor crisis migratoria desde la II Guerra Mundial, el flujo desafiando todas las posibilidades de alcanzar el santuario en lo que está ya convirtiéndose en el gran éxodo.
El país se vacia mientras los sirios abandonan en tropel su nación en lo que probablemente constituye la mayor migración masiva que la nación ha contemplado en sus miles de años de historia; un éxodo hacia la “Tierra Prometida”: la fortaleza
Europa. En el camino tendrán que enfrentarse a mares crueles y temperamentales en los que se han ahogado miles de personas antes que ellos, a traficantes sin escrúpulos y a bandas armadas que les roban todo a lo largo del peligroso viaje por mar y tierra a través de los Estados del este de Europa y los Balcanes meridionales. (…….)Para poder comprender lo que lleva a la gente a renunciar y dejar atrás todo lo que han conocido hasta ese momento, precipitándose a un destino incierto, tienen que saber cómo es la mentalidad de alguien que lleva viviendo años en una zona de guerra.
El miedo constante, el estrés diario, la lucha para poder alimentar a tu familia y mantenerla en medio de una escasez crónica y una
infraestructura en ruinas, la expectativa de que la muerte puede llegar en cualquier momento, o lo que es peor, la mutilación y las heridas, la incertidumbre y la preocupación por el futuro y el de tus hijos en medio del estrangulamiento económico y el creciente caos de un Estado colapsado. No pueden subestimar el impacto psicológico de todo esto, que es por lo que muchos, que lo habían soportado desde el principio y planeaban aguantar, han perdido finalmente la
esperanza al comprender que la guerra siria no acabará nunca, o que si acaba, no va a dejar nada a salvo detrás. La caída de muchas zonas de Siria en el caos y el extremismo mientras el Estado se colapsa y el poder del Gobierno central se desvanece ha convencido a muchos de que aquí no hay futuro.
Mientras las bombas de barril del Gobierno arrasan barriadas enteras vaciándolas de sus habitantes, convirtiéndolas en masas de
escombros y matando a civiles inocentes, los terroristas del Estado Islámico siguen apoderándose de nuevos territorios, decapitando académicos y volando los tesoros históricos de la nación a medida que avanzan, obligando a miles de personas a huir a su paso. El impasse político y militar no da señales de terminar y parece casi imposible encontrar una solución al conflicto. (……..)Este es el tiro de gracia a la nación siria, el hecho de que su propio pueblo la abandone;
esa hemorragia de quienes más capaces serían a la hora de reconstruirla y ponerla de nuevo en pie debería hacer que la guerra terminara de inmediato. Ha habido campañas , tanto del Gobierno como de los rebeldes, desanimando a la gente de marcharse con lemas tales como “tu país te necesita” y “¿en manos de quién estás dejando a tu país?”.
Es difícil convencer a alguien que escapa de la muerte en una guerra de la que no quieren formar parte de que se quede atrás. Todas las
acusaciones de un lado y otro acerca de una conspiración para conseguir un cambio demográfico y la partición de Siria vaciándola de su pueblo nativo parecen haber tenido también escasas resonancias. Además de los impactos obvios e inmediatos de una guerra civil, como son las bombas, las matanzas y la violencia, hay otros muchos factores que hacen de la vida un infierno insoportable. Los jóvenes que viven en las zonas rebeldes huyen para
evitar unirse a las milicias rebeldes y a los grupos extremistas, que se han convertido en una de las pocas fuentes de ingresos. 
Mientras que quienes se encuentran en las áreas bajo control del Gobierno escapan del reclutamiento obligatorio o del servicio de la reserva en un ejército sirio cada vez más reducido. Mientras el caos y el extremismo religioso campan a sus anchas en las zonas rebeldes, el colapso económico y el aumento de la anarquía se agudizan en
muchas de las zonas bajo control del Gobierno, así como una devastadora escasez de lo más básico y el colapso de los servicios públicos, presionando aún más a una población acosada. (…….) El índice de criminalidad y el saqueo en las zonas del Gobierno son cada vez más desenfrenados. Las milicias   Lijan  , una colección de voluntarios locales y reclutas que combaten junto al régimen, están saqueando las fábricas de la zona industrial de Alepo a plena luz del día, llevándose todo por los puestos de control que les son leales.  

No hay comentarios: