sábado, 3 de octubre de 2015

ZIBECHI: "HACIA UN NUEVO CICLO DE LUCHAS..."

EN EL ESCENARIO MUNDIAL LAS CLASES DOMINANTES  ESTARIAN
 EMPUJANDO A LAS SOCIEDADES DE RETORNO HACIA EL SIGLO XIX,
A TRAVÉS DE LA DESMODERNIZACIÓN Y LA DESDEMOCRATIZACIÓN, 
IMPULSANDO UNA FUERTE RECONCENTRACIÓN DEL PODER GLOBAL


 Escribe 
RAÚL ZIBECHI (*) 
Fuente
 “La Jornada” de México
Viernes 2 de Octubre 2015

(*) RAÚL ZIBECHI- (Uruguay,Montevideo 1952) Periodista, escritor y pensador-activista uruguayo, dedicado al trabajo con movimientos sociales  Analista internacional en Red Voltaire. Logró en 2003 Premio José Martí y el Premio Tata Vasco 2014, por la Universidad Iberoamericana en Puebla  Publica en “La Jornada” de Mexico y diversos medios de prensa alternativa  en el continente y el exterior. Entre otros, autor de “Los movimientos sociales latinoamericanos: tendencias y desafíos” (Ed OSAL),Incursiona en una visión panorámica sobre las luchas sociales en nuestra América. Profesor en “Multiversidad Franciscana” de América Latina. Como educador popular realiza talleres.

La estrepitosa caída en los precios de las materias primas cierra un
ciclo económico, pero también político. La ilusión de que se tratara de un declive momentáneo va cediendo ante la convicción de que los bajos precios pueden arrastrarse durante un buen tiempo, hasta 20 años según especialistas citados por Bloomberg (http://goo.gl/fAFktC ).Las razones de tal declive son discutibles. Hay quienes atribuyen la caída del precio del petróleo a una maniobra de Estados Unidos para afectar a Rusia, Venezuela e Irán, mientras otros sostienen que es impulsada por la
monarquía saudita para inviabilizar la extracción por fracking en aquel país, que amenaza desplazarla como primer productor global. La menor demanda de China es la explicación más plausible sobre la caída de otras mercancías, sin descartar la impronta de la especulación financiera con todas las commodities.

Lo cierto es que el índice del precio de las commodities elaborado por Bloomberg, que incluye oro, petróleo y soya, ha caído a la mitad desde su máximo histórico del primer semestre de 2011. La multinacional Glencore-Xstrata, que controla la mayor parte de la producción de minerales y de granos en el mundo, registra pérdidas en la bolsa de Londres superiores a 30 por ciento en las
últimas semanas, totalizando una caída de 74 por ciento en lo que va de este año (http://goo.gl/HTi1Wu). Otras multinacionales del sector enfrentan situaciones similares. En América Latina este cambio de ciclo anticipa graves problemas y algunas oportunidades. Todos los países enfrentan dificultades fiscales y comerciales que los llevan a
reducir los presupuestos del Estado y el gasto público.

En algunos países, como Ecuador, se contempla una reducción de 5 por ciento del gasto, y el presupuesto del próximo año se calculará con una base de 40 dólares en el precio del petróleo. Como señala el economista ecuatoriano Carlos Larrea en reciente entrevista, todo esto está bien, pero el problema es que es insuficiente. Esto sería una muy buena estrategia si es que tenemos una recuperación de los precios

del petróleo pronto, pero si eso no se da, como es bastante probable, entonces esta estrategia no funciona (http://goo.gl/LFzxYV ).El nuevo ciclo económico ya está afectando las políticas sociales que fueron posibles gracias a los superávit por los altos precios de las exportaciones. En varios países, como el propio Ecuador, ya hubo reducción de funcionarios estatales.
En Brasil se aplica un ajuste fiscal que, en opinión del economista
Eduardo Fagnani en la revista IHUOnline de septiembre, está provocando una grave regresión social (http://goo.gl/D9D4oq). En opinión de muchos economistas la mejor política social es el empleo. En Brasil el salario mínimo creció 70 por ciento por encima de la inflación en la última década y el desempleo llegó a mínimos de 4.8 por ciento en diciembre de 2014. Pero hoy ya se sitúa en 7.5 por ciento (8.6 millones de desocupados) y se estima que finalizará el año en 9 o 10 por ciento. En los demás países comienzan a erosionarse los índices

sociales, aún de forma lenta, con aumentos en los niveles de desocupación y pobreza. Estos son, muy someramente, algunos de los problemas derivados del cambio en el ciclo económico que se agudizarán si, como todo indica, la Reserva Federal de Estados Unidos eleva las tasas de interés en los próximos meses.
Estamos ante una crisis que puede tomar dos direcciones: ajustes fiscales o cuestionamiento del modelo extractivo. En el primer caso, los gobiernos sufrirán una fuerte erosión de sus bases de apoyo, ya que buena parte de los sectores populares que los llevaron al gobierno comenzarán a desertar. Unos pueden intentar retomar la movilización para presionar por sus demandas, pero otros pueden apostar por partidos conservadores y de derecha. Algo así parece estar sucediendo en Brasil, donde el ajuste que impone el gobierno de Dilma Rousseff ha provocado un agudo descenso de su popularidad, que cayó hasta 7 por ciento del electorado.   

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